Imago Reliquiae es consciente de la necesidad que tienen las instituciones y empresas de reemprender el camino hacia el éxito y diferenciar sus productos respecto a la competencia. Por eso ofrecemos una amplia gama de posibilidades
¿Qué es un Producto?
Los productos son bienes o servicios (reales o virtuales, físicos o espirituales, procesados o no por medio de una cadena productiva a partir de materias primas) que se ponen a disposición del consumidor con un valor económico fijo o variable, y cuyo propósito es crear y dar respuesta a las necesidades o deseos del público. La definición tradicional incide en la diferenciación etimológica, según la RAE (2021), entre un producto (lat. productus, como “cosa producida”) y un servicio (lat. servitium ‘esclavitud, servidumbre’, en referencia a la acción y efecto de servir) sobre la que no abundaremos sobre su valor tangible o intangible.
Producto como Servicio de Publicidad Digital
La revolución digital ha traído consigo una revisión y reacondicionamiento de los términos, cuyos límites son a menudo difusos, si no equívocos, en este contexto. Así, la palabra “Producto” dentro del marketing ha pasado a englobar todos los elementos y acciones encaminadas a la comercialización de un artículo, incluyendo los bienes y servicios virtuales de diferente formato que, a falta de soporte físico, también son productos en sí mismos.
Crear una identidad corporativa (diseñar un logotipo para una institución, empresa o marca de consumo, desarrollar una página web y elegir las particularidades de su imagen pública e idiosincrasia es una actividad especialmente indicada para un diseñador gráfico. Sin embargo, y a pesar de que las grandes compañías son capaces de generar durante algún tiempo muchas ventas con los réditos de su imagen, el éxito de las mismas suele estar asociado a las campañas comerciales de agencias de marketing que las asesoran sobre cómo promocionar y vender nuevos productos en televisión, internet, revistas, catálogos, redes sociales y otros soportes físicos o plataformas digitales.
Estrategias de Marketing Visual
Las conocidas estrategias de Visual Merchandising han pasado en las últimas décadas de ser un rumor a voces, sobre las técnicas empleadas por las marcas y superficies comerciales, para generar y optimizar ventas, a ser una realidad asumida por los propios consumidores, empujados a la compra selectiva de determinados productos mediante el uso estratégico de la psicología comercial, que por medio de la estructura de los locales, la localización de sus artículos, el uso de determinados elementos de diseño, con unos colores específicos y una música de fondo de especiales características, influyen de forma decisiva en la psicología de los clientes para vender sus productos.
La digitalización de los modos de comunicación es el resultado del preponderante ánimo capitalista por concentrar todos los esfuerzos publicitarios en la potencia de la imagen y la interactividad con la marca por parte del usuario, que desea inspeccionar visualmente no solo su oferta, sino también sus instalaciones. Así, el Márketing Visual ha adoptado los eficientes métodos del pasado con el propósito de adaptar el discurso a las nuevas posibilidades que se abren ante los ojos de sus potenciales clientes. El branding se propone ampliar su audiencia a través de nuevos soportes y plataformas digitales, aunque también segmentar y diversificar su mensaje para atacar a sus audiencias con la máxima eficacia.
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Anillo conmemorativo de boda de tipo gimmel-fede que **simboliza el rito nupcial romano** de la *dextrarum iunctio*, ‘unión de manos’ que sellaba el contrato matrimonial. Éste tipo de anillos, habitualmente de oro, en ocasiones compuesto de una sola pieza y en otras de varias partes gemelas entrelazadas y retorcidas, presentan una decorazón articulada por dos manos asidas en su bisel, circunstancialmente con un corazón entre las mismas sobre el que figura en nuestro caso una Cruz de Caravaca.
No está claro si su uso e iconografía en el mundo romano estaba asociado al «regalo» de compromiso *anulus pronubus* o a la concordia, luego fidelidad, marital entre esposo y esposa, pero no cabe duda de que, pese a la afirmación de Plinio «el viejo», que los define como simples círculos de oro, plata o bronce, éstos eran ya ornamentados en su tiempo por gemas talladas con manos entrelazadas (Anné, 1941: 8), si bien alcanzaron gran popularidad en los siglos subsiguientes, la Edad Media, el Renacimiento y el s. XIX.